El Gobierno nacional anunció una modificación en la distribución de pañales para jubilados afiliados al PAMI. Según el vocero presidencial Manuel Adorni, el nuevo esquema contempla la entrega directa a domicilio, lo que permitirá un ahorro estimado de 5.000 millones de pesos anuales.
La medida fue presentada como parte de una estrategia para eliminar irregularidades y prácticas fraudulentas que, según Adorni, perjudicaban a los adultos mayores. “Robaban hasta los pañales de los abuelos”, expresó con dureza.
El nuevo mecanismo fue adjudicado mediante una licitación pública, eliminando intermediarios y garantizando una mayor calidad a menor costo. El ministro de Salud, Mario Lugones, respaldó la decisión, remarcando que se busca transparentar y reordenar el sistema sanitario. “Vamos a garantizar productos mejores, más baratos y directamente en manos de los afiliados”, aseguró.
A principios de mayo, el PAMI había iniciado una auditoría interna en sus delegaciones para revisar posibles manejos discrecionales heredados de gestiones anteriores. Se investiga, en particular, el uso abusivo de las “vías de excepción” como forma de esquivar licitaciones regulares.
Pese a la intención declarada de reducir costos y mejorar la gestión, el nuevo sistema de entrega no estuvo exento de polémica. Días antes del anuncio oficial, trascendió que el PAMI había cancelado el convenio anterior y firmado un contrato por 450 millones de dólares a tres años en una licitación exprés. Tres de los cuatro oferentes reclamaron falta de tiempo para presentar sus propuestas y denunciaron posibles irregularidades en el proceso. Adorni desestimó estas acusaciones y aseguró que, de haber algo más, lo resolverá la justicia.
Este nuevo capítulo se suma a denuncias previas contra el organismo. A fines de 2023, la Coalición Cívica presentó una demanda por presuntas irregularidades en la compra de medicamentos oncológicos, apuntando a sobreprecios y acuerdos entre funcionarios y laboratorios. Según el legislador Hernán Reyes, se llegó a pagar hasta 14 veces más por un mismo fármaco, configurando lo que calificó como “la mafia de los medicamentos”.
Desde el Gobierno aseguran que estos cambios buscan terminar con los “negocios” armados en torno al sistema de salud. “A quienes lucraban con las necesidades de los jubilados, se les terminó el negocio”, sentenció la vocería presidencial.