La multinacional Monsanto se retiró definitivamente de Córdoba. A partir de esto, se decidió terminar con el acampe que bloqueaba los ingresos al predio que la empresa tenía en Malvinas Argentinas. El martes por la mañana, comenzaron a trabajar las topadoras y este es el panomara que se vive en el lugar.
Finalizó una etapa que duró más de tres años, un proceso que torció el destino de una localidad y de una provincia, y sentó precedentes históricos a nivel mundial.
Ahora se dan dos hechos reales y a la vez simbólicos, por un lado, la venta del predio que iba a utilizar Monsanto a AMG Obras Civiles, y por el otro, el fin del Bloqueo. Así este proceso finaliza con un triunfo.
En el programa Bajo el Mismo Sol de Radio Nacional, Fabiana Bringas entrevistó a varios de los y las protagonistas que construyeron y formaron parte de estos años de lucha para expulsar a Monsanto.
El médico y coordinador del la Red Universitaria de Ambiente y Salud, e integrante de Pueblos Fumigados Medardo Ávila Vázquez, resaltó que “el pueblo de Malvinas, con su dignidad y con su entereza, fue capaz de superar todos los ‘cantos de sirena’ de este progreso que te contamina y te mata”. Y también destacó la actitud del pueblo de Córdoba que “fue capaz de acompañar y poner el pecho cuando nos reprimieron, y también de reclamar a las autoridades porque el derecho a la vida están por encima de los derechos del agronegocio y de estas empresas tan venenosas y tan contaminantes”.
Además remarcó: “Acá no nos enfrentábamos como en Barrio Ituzaingó, con dos o tres medianos productores sojeros, nos enfrentábamos al dueño del circo del agronegocio, que es Monsanto”.
Estoy muy orgullosa de haber sido parte
Sofía Gatica es una de las referentes de la lucha. Muy emocionada contó que les costó mucho la decisión, que ahora pueden volver a casa, pero no es fácil dejar todo atrás.
Fue difícil tirar abajo las casas que hicieron con sus propias manos, “más allá de que es un triunfo, porque vencimos a Monsanto en una lucha muy desigual, una lucha donde hemos dejado todo y no nos importaba si teníamos que perder la vida, estamos dejando algo que es nuestra segunda casa y había pasado a ser nuestra primera casa porque habíamos dejado todo para estar ahí”. Y agregó que está orgullosa de haber sido parte.
“Desaprender para aprender”
Otra de las que participó activamente de la lucha fue Eli Leiria. Ella detalla el proceso como un “desaprender para aprender”. “Desaprender para salir de tu casa, estar acostumbrada a un ritmo de vida y a que en tu casa tenés todas las comodidades y vas a un lugar donde no tenés nada, donde tensé que aprender a vivir en esa situación, eso tiene un valor enorme para mi”.
Perseverar y hacer historia
Ávila Vázquez resaltó dos ejes importantes de esta lucha que marcó a la provincia de Córdoba, la perseverancia y los antecedentes. “No se puede en un día, no se trata de una manifestación, ni de una acción judicial; sino de una constante, de un día a día. Como un proceso de aprendizaje y de acumulación de fuerzas”. Pero resaltó que “no fue solo voluntad, fue también porque esta lucha se asentó sobre luchas previas, sobre todo lo que fue Paren de Fumigarnos que lleva diez años y que se reflejó muy fuerte en el Juicio a las Fumigaciones de Barrio Ituzaingó”.
Todos y todas remarcaron que no terminó la lucha con el Acampe y que van a seguir atentos al proceso que comienza ahora con el terreno que compró AMG Obras Civiles. A su vez, parece que a pesar de este triunfo, en esta Córdoba del “progreso” nunca faltan los frentes para luchar.
Fuente: La Tinta
La verdad duele. Ver ese lugar tantas hora y dias que pasamo defendiendo nuetra salud y la vida es. Verdad todo termino si es verdad nos da mucha nostalgia ahi hicimos muchos amigos por decir se formo una gran familia todavia nos juntamos y ayudamos a otra organizaciones por la lucha de la vida y la salud
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