En un contexto de creciente tensión entre el interior productivo y el centralismo porteño, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, se consolida como una de las voces más firmes y coherentes en defensa del federalismo y los intereses del interior del país.

Durante el encuentro encabezado por mandatarios provinciales del centro y sur del país, Llaryora volvió a alzar la voz por una distribución más justa de los recursos y un modelo que no castigue a quienes producen. La convocatoria, que reunió a líderes como Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Ziliotto (La Pampa), Alberto Weretilneck (Río Negro), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Rolando Figueroa (Neuquén), visibilizó el hartazgo de las provincias ante las políticas fiscales regresivas del gobierno nacional.
Desde Córdoba, la posición es clara: defender la producción, la obra pública y la equidad en la distribución de recursos. En ese marco, Llaryora logró también el respaldo de Juan Schiaretti, quien si bien se había mantenido distante en los últimos tiempos, acompañó esta vez el reclamo por una Argentina más justa y verdaderamente federal.
En contraste, declaraciones recientes de la diputada Natalia de la Sota sembraron dudas en el escenario político cordobés. Con expresiones ambiguas sobre su futuro electoral, aún no queda claro si su mirada está puesta en la construcción colectiva o si busca preservar una banca desde una lógica más personalista. Mientras tanto, evita posicionarse con claridad frente a los atropellos del gobierno nacional, lo que abre interrogantes sobre el rumbo que tomará en este nuevo escenario.
El interior empieza a reordenarse. Y Córdoba, de la mano de Llaryora, vuelve a ocupar un rol central en la defensa del federalismo.
Vía:Leer más