Hoy te cuento la historia de la pequeña Laura que encuentra un mundo diferente en su celular: LAS LUCES DE UN MUNDO VIRTUAL, allí, Laura aprendió la valiosa lección de que las pantallas pueden ser herramientas divertidas y útiles, pero es importante no dejar que dominen nuestra vida y nos alejen de las riquezas del mundo real.
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Para hablar del tema invitamos a dos licenciadas: Cecilia Cattaneo, psicopedagoga y Emilse Pucheta, psicóloga. Ambas profesionales que trabajan en el Instituto Parroquial Monte Cristo donde tienen experiencias con niños y jóvenes.
Le pido que se presente a Cecilia
C: Soy licenciada en psicopedagía, me formé leyendo sobretodo neurociencia, neuropsicología. El tema de las pantallas me ha causado mucha curiosidad, los videos juegos principalmente. Trabajo en forma particular y en el Departamento de Orientación del Instituto Parroquial. Aparte soy miembro del Tribunal de Disciplina del Colegio de Psicopedagogos, así que tengo funciones a nivel provincial también. En consultorio también atiendo adultos mayores.
¿Por qué te preocupa el tema de las pantallas?
C: Lo que uno ve con los años, …cuando los niños ingresan al jardín de infantes, ya no traen las mismas habilidades…, tenemos niños de 5 años que no logran comunicarse verbalmente bien y prefieren usar una seña o pronuncian mal las palabras por haber tenido mucha actividad visual y no tanta interacción.
Otro punto importante, es que el ser humano se forma y crece durante los 5 primeros años de su vida en contacto con otros seres humanos y si el contacto se hace con una pantalla, se pierde el cara a cara. Se pierde el sentimiento de un abrazo, se pierde el color, el timbre de la voz y todo eso va formando habilidades básicas que después se requieren para , aprender, para ingresar a la escuela.
Ahora le pido que se presente a Emilse
C: Yo soy Licenciada en Psicología, también como Cecilia trabajo en el Departamento de Orientación Escolar del Instituto Parroquial, en el nivel secundario. Después que me recibí, enfoque todos mis estudios al tratamiento de niños y actualmente estoy cursando en la Universidad Nacional de Córdoba, una especialidad en adolescencias.



Licenciada Emilse ¿qué has notado en los adolescentes con quienes trabajas?
E: Vemos varias cuestiones que van alterando el desarrollo saludable. Para enfocarnos en la problemática, la comunidad científica, a partir de finales de la década del 90, se empezó a hablar de los “nativos digitales” que son estos niños que han nacido inmersos en la era digital y están embebidos de estos estímulos multimedias. Han podido detectar que tienen impactos positivos a nivel de desarrollo, por ejemplo, estos niños absorben muy rápido la información, tienen la capacidad de atender a múltiples estímulos al mismo tiempo.
Yo soy mamá de un adolescente, por ejemplo… nos toca estudiar al mismo tiempo…yo necesito silencio y él está en su cuarto con la computadora, con los auriculares, leyendo, escribiendo y ahí me llama la atención lo distintos que somos al procesar la información y de apropiarnos del conocimiento. Desarrollan muchas capacidades que impactan a nivel neurológico en la corteza prefrontal del cerebro. Así es como navegan con fluidez en las redes sociales, desarrollan sus propios contenidos. Pueden hacer videos, editar fotografías, estar constantemente conectados…
¿Hay algún, pero?
E: Sin embargo, pero (risas)esto ha tenido un impacto negativo en el desarrollo síquico de niños y adolescentes. Estar insertos en esta explosión digital es una sobreestimulación y vemos no solamente en los consultorios psicológicos sino en la consulta pediátrica, también aparecen.
¿Los mensajes nos dicen que los chicos no saben dialogar, esto es así?
C: Se ha generado una situación muy particular en WhatsApp, los chicos comunican más las cuestiones sensibles a través de las redes sociales y no de la conversación cara a cara… es como decirlo a escondidas, sin dar la cara. Lo más grave que ha sucedido es que el bullying, la situación de bromas…se ha trasladado a las redes sociales. Por ejemplo, robar una foto y transformarla en un meme, en una broma pesada haciendo daño a un compañero.
E: Yo voy a retomar la importancia del juego que Ñata, la oyente, trae. Todos los niños, de todas las edades necesitan jugar. El juego electrónico no puede ser el único disponible. Los adultos no nos damos cuenta que los juegos electrónicos no le dan la posibilidad al niño de desplegarse corporalmente, de desarrollar el lenguaje, de poner en práctica la fantasía…cuando un niño juega, está trabajando porque está aprendiendo a formar su esquema corporal, sus estructuras mentales y para jugar, siempre necesita de otro, un otro disponible que pueden ser sus papás, sus abuelos, sus amiguitos…es necesario que haya alguien que ofrezca no solo lo virtual, sino un tiempo de juego libre que van modificándose a medida que crecen…al principio el bebé juega con sus manos, su cuerpo; después en la escuela aprende los juegos reglados y a medida que crecen el juego se hace más abstracto…El problema está en que los adultos no estamos disponibles para jugar con los niños, para generar el espacio de disfrute que el niño necesita.
¿Cómo son los recreos en el nivel inicial?
C: Hay un deseo grande por salir al patio, pero se ve que hay chicos que no sabe cómo jugar con otros, es como salir a moverse, descargar una ansiedad, una necesidad de movimiento, pero no saben cómo comunicarse. Eso nos está hablando que la infancia necesita moverse para crecer.
E: Nosotros en el patio interno del colegio tenemos juegos disponibles: mesa de ping pong, un metegol…afortunadamente hacen uso de eso, se reúnen en grupos y están en el patio, pero también están los chicos que están con el celular todo el recreo o sentados uno al lado del otro con el celular. Me parece que es muy equilibrado a nivel secundario en lo que yo veo entre los adolescentes.
Mecha (oyente): es necesario aprender a dosificar el uso de la pantalla. Hay pantallas que nos ayudan como ahora para comunicarme con ustedes, pero jamás podrá reemplazar a un abrazo, el calor del beso, compartir un mate y mucho más. No dejemos de apreciar los encuentros, las charlas, la cercanía personal. La pantalla nunca reemplazará las emociones, el apretón, el mirarnos a los ojos…
¿Qué otros efectos negativos podemos observar en el uso excesivo de las pantallas?
E: Vemos niños que desarrollan aumento de peso, ya que se limita el juego desde lo corporal y esto ha hecho crecer exponencialmente el problema de la obesidad en niños, no solo en Argentina sino en muchos países. Tenemos niños que le cuesta conciliar el sueño porque están sobreestimulados con el tele en la pieza o el celular antes de dormir.
¿Qué producen las pantallas antes de dormir?
C: Lo que sucede es que la entrada de luz en la retina del ojo activa o desactivan determinadas hormonas y los procesos reparadores -fijar la memoria, activar la hormona del crecimiento…-son activados con la ausencia de luz. Así con la luz se activa otra cadena química que no necesitamos para dormir.
Mirar Instagram que son videos cortos, uno al lado del otro…esto no te deja cortar la actividad cerebral haciendo que estés hiperexcitado y en vez de que estés relajado para lograr un buen sueño. Pasa lo mismo con el aprendizaje, si vos estás estudiando y en el recreíto te ves 25 videos de You Tube, no le diste tiempo a la memoria de fijar lo que estabas estudiando. Lo mejor hubiera sido tomarte una merienda o salir a relajarte
Lucia (locutora): que difícil lograr esto, ¿cómo hacés para crear el hábito, sobretodo en los adolescentes que salen al recreo y automáticamente agarran el Instagram, el tik tok… creo que son muy potentes las redes sociales y las pantallas…es un monstruo grande con el que se estaría peleando.
La Dra. Mariam Rojas Estapé, medica siquiatra, explica que la adicción que generan las pantallas está hecha a propósito. Entonces, ¿qué podemos hacer frente a las pantallas que me atraen, me invaden, me atrapan? ¿Cómo ponemos límites a este hábito tan potente?
E: La solución no es la prohibición, como papás, como los educadores, como profesionales de salud y en el caso de ustedes como comunicadores es fundamental educar, poner límites sabiendo por qué y para qué lo estoy poniendo. Voy a plagiar a la psicopedagoga cordobesa Liliana González que dice “poner límites es una consecuencia del amor”. Si yo pongo límites estoy cuidando, estoy protegiendo, estoy poniendo un ritmo…marcando un territorio seguro para que el niño pueda moverse en esos espacios virtuales. A mí me gusta pensar los límites como las líneas blancas de una ruta.
Uno como papá, marca, delimita un espacio donde el niño pueda moverse seguro y en ese transitar hay que ir acompañando. Un niño no puede estar 4 o 5 horas solo frente a una pantalla sin que uno como adulto pueda estar mirando que está consumiendo, qué está mirando…los límites tienen que ser claros, lógicos, racionales y juntos, niño y adulto, construir lo que sirve y lo que no sirve. El niño no puede decidir cuánto tiempo estará frente a la pantalla, sí podemos escuchar su opinión, ver por qué le gusta tanto, pero quien decide cuanto tiempo está conectado somos los adultos. Detrás de ese “no” hay un “porque te quiero te cuido”
¿Cecilia, cuanto tiempo entonces es aconsejable que un chico puede disponer de la pantalla?
C: Hay que considerar límites de horarios y de espacio. Hay investigaciones y la ONU puso como límite, en niños muy pequeños, no más de 2 horas de pantalla. Poner los límites son difíciles porque hay una cuestión cultural, pienso que es recomendable armar valijitas viajeras en vez de darle un celular, así en los momentos de espera, por ejemplo, en el médico, le dan el celular porque está incómodo y no sabe esperar y en vez de ayudar genera menos posibilidad de espera porque los videítos que ve son continuos, de videíto en videíto y no hay una espera.
E: En el año 2019, la ONU, dio recomendaciones: un niño de 0 a 2 años no debería tener ningún tipo de contactos con las pantallas porque tan chiquito no puede responder a ese avasallante nivel de estímulos, sus mecanismos cerebrales no están preparados para receptar y procesar esa cantidad de información, no solo visual, auditiva sino lumínica y eso termina generando a la larga en síntomas que lo vemos en la escuela.
Los niños de 2 a 4, solo usarlo 1 hora como máximo, ya sea celular, tablet, televisión, videojuegos. A partir de los 5 años hasta los 16, como máximo 2 horas…
Está muy lejos de la realidad que vivimos, es muy difícil cumplir con esto ideal
E: Esto es un parámetro para movernos en ese marco y ver con claridad lo recomendable.
C: Una situación que se ha dado en la realidad y que cambio mucho el uso de las pantallas es el espacio en el que está el acceso a internet. Antes en los 80, 90 había un solo tele en casa ubicado en el comedor, así los adultos sabían que se veía o a qué se jugaba. Cuando empezó a haber un tele en cada habitación y una pantalla en la mano de cada chico, ahí se perdió el control
Lucía (locutora) Yo tengo amigos con hijos y veo que es como un requisito imprescindible que cada habitación debía tener un televisor y se esfuerza al cien por ciento y buscan de hacerle el gran regalo para que tengan para ver lo que quieran…y otra realidad son los videos cortos que aparecen uno tras otros y te producen ansiedad y no podés dejar de mirar
Por eso también acá surge la importancia del diálogo claro, de decirle a los chicos qué hay que tomar en cuenta esto, los peligros y los chicos entienden desde que son chiquitos
Lucia (loc): Con respecto a los vídeos cortos que nos comparten las redes sociales que uno puede ver uno tras otro es real. Te produce tan ansiedad, pero tanta ansiedad que no podrás dejar de verlo. De hecho, te haces tan adicto que cuando no te carga sentís que está todo mal, se te cae el mundo
Es alarmante y es importante que tengamos en cuenta todo esto. El uso de fotos para burlarme, el famoso bullying ¿Qué se está haciendo en las escuelas Cecilia?
Todas las escuelas, están trabajando mucho con acuerdos, generalmente se hace un diálogo, se hacen talleres, se hacen ese tipo de intervenciones para tratar de prevenir.
Generar actitud crítica sería lo necesario
C: Yo creo que es lo más importante, la defensa que van a tener estos chicos frente a esta gran cantidad de pantallas por todos lados y de información y de desinformación…es el espíritu crítico, la generación mía. Cuando terminamos séptimo grado ya veníamos formados con espíritu crítico, era como lo que te transversalizaba toda la enseñanza.
Los chicos hoy creen lo que dice cualquier video que salga en YouTube con cualquier persona, publicando cualquier cosa y lo que nosotros por lo menos tratamos de hacer es enseñarles que no todo es cierto que hay que ir a fuentes confiables que hay personas que he recortan información y la ponen recortadas y no hay que analizar el nivel de los titulares. Hay titulares escritos que parece una noticia, pero uno entra a leer el cuerpo de la noticia y no tiene nada que ver y encima tienes que entrar a un segundo link para leer la noticia completa. ¿Entonces nos están desinformando?
Entonces seamos conscientes de que que la información está recortada y no es verdad
¿Qué otros riesgos tienen las pantallas Lic. Emilse?
E: Bueno, más que riesgo, yo diría, qué efectos va produciendo este mal uso de la herramienta de internet, de redes sociales y demás que es un poco con lo que nosotras nos encontramos en la consulta, donde últimamente ha crecido exponencialmente el diagnóstico de déficit de atención. Hay niños con y sin hiperactividad que es propio de esto, de que el celular me permite constantemente estar estimulado y un niño que después en la escuela se le pide que tiene que estar sentado media hora, 40 minutos, es incapaz de poder hacerlo porque necesita constantemente la recepción del estímulo. Nosotros lo que observamos en la escuela es que hay un choque entre 2 cosas muy distintas, un poco es lo multimedia, con lo cual los niños están creciendo ahora y lo otro es, la estructura de la palabra porque nos está faltando palabra para darles a los chicos y que ellos se puedan apropiar de eso. Nos estamos encontrando hoy, con trastornos emocionales en los niños, niños que están muy ansiosos, muy estresados, niños que están decaídos y que también se aburren mucho en la escuela y tal vez no saben lo que les pasa.
¿No pueden expresarlo en palabras como decían, falta esa palabra?
Exactamente falta a un adulto que haya puesto palabras a eso, que el niño siente. La palabra va estructurando el psiquismo de un niño, si no hay un otro que apalabre, que metabolice esa angustia y que me diga, ahora estás enojado, ahora estás triste y ver qué hacemos con eso. El niño se va quedando ausente de eso.
Hemos encontrado también en la consulta, niños que están con cuadros depresivos. El impacto que tiene en la autoestima, esto de tener que estar constantemente mostrándole al mundo que estoy bien, que estoy contento que soy lindo también va generando como un desgaste….la necesidad de que el otro me acepte y me reconozca. Las cosas buenas que tengo, lamentablemente en una imagen uno no puede transmitir, su esencia como persona, como ser humano sus valores, entonces queda limitado a mostrar una fachada.
De hecho, lo que notamos también y que es extremadamente preocupante, un adolescente o un niño que pasa muchas horas conectado a una pantalla, a un celular, a una tablet, pierde la dimensión del semejante. No hay un otro ahí que interactúe conmigo.
En un niño que aprende a jugar en juegos electrónicos, le falta ese par que me diga no, ahora es mi turno, tenés que esperar o tenemos que armar un juego, cuáles son las reglas y las vamos cambiando… Yo tengo la suerte de de tener muchos sobrinos de bueno, he observado mucho mis hijos también en su crecimiento y ver la capacidad que tiene el niño cuando juega, cuando simboliza, cuando se apropia de ese mundo de fantasía.
Me parece que las redes sociales el uso excesivo del celular y de las pantallas van bloqueando esa capacidad de armar mundo simbólico en el niño.
Todo lo que viene de afuera se viene dado, ya hubo un otro que lo hizo, que lo pensó, que diseñó un juegos. No es el niño el que se pone en juegos ahí para armar su juegos.
Uno va formando su imagen con la mirada del otro
E: Un niño a medida que va creciendo se va forjando en un otro que lo mira que lo acepta, que lo reconoce, que le dice eso es bueno, hiciste algo bien, me gusta cómo estás peinado … un adulto devuelve con su mirada y le va ayudando a construir una imagen de sí mismo.
Y ahora lo que nos devuelve el Instagram es que para estar bien, para ser reconocido, siempre tengo que estar bien, tengo que estar feliz, tengo que estar contento, me tengo que vestir con la mejor ropa, tengo que mostrar partes de mi cuerpo que por ahí me incomodan mostrar, pero bueno, si no las muestro, no tengo los likes que quisiera.
Con respecto a eso de mostrar partes de su cuerpo, también Cecilia nos mencionaba otro efecto o riesgo que hay.
C: Estábamos hablando de la hipersexualización de la infancia, se han caído los velos entre lo que era la infancia y la adultez.
Antes, El Mundo de la infancia no accedía a contenido adulto porque había un horario de protección al menor, porque eso los chicos no lo tenían que saber. En cambio, ahora los chicos tienen acceso a información de todo tipo, que son de alto contenido y además consumen canciones con letras que son de un contenido hasta erótico muy importante, y eso va generando lo decía el otro día la doctora Bazán Quiroga (ginecóloga y sexóloga), que con la vestimenta, los juegos, los bailes, incluso el maquillaje y la tintura del pelo, hay disruptores endocrino. Esto quiere decir que son químicos que alteran nuestras hormonas en el cuerpo y que eso va generando que la pubertad se adelante en los chicos y eso genera todo un desarrollo sexual y todo un interés y una forma de pensar que los lleva a, por ejemplo, tener relaciones sexuales a edades muy bajas.
La hipersexualidad que generan también las pantallas, depende de nosotros. De los padres de los adultos cuando vemos niños vestidos como grandes y las publicamos, entonces no estamos haciendo bien, no es lo más adecuado, no le estoy haciendo un bien a ese niño y quizás lo estoy tomando como algo gracioso, como algo divertido y el niño tiene que vestirse como niño
C: Bueno, con respecto a eso hay una cosa que a mí me inquieta mucho y que por suerte la ley 26000 061, que es la ley de protección a la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes en su artículo 22 defiende a los niños que no sean expuestos en redes sociales. O sea que ningun adulto, ningún tío, ningún padre, ni abuela…No tendría que exponer fotos de niños en redes sociales porque ellos no pueden dar el consentimiento, pero tienen derecho a consentir si quieren que eso esté publicado o no, porque en un futuro, cuando sean más grandes, pueden sentir que esas fotos los avergonzaba y que no querían que esté en redes y un adulto lo subió. Lo más peligroso de esto es que Tik Tok es una de las redes que más contacta con la pedofilia.
Entonces a mí me resulta tierno que mi sobrina baile un reggaetón, lo subo a Tik Tok, pero eso alimenta a una persona que tiene algún problema mental. Entonces hay que tener mucho cuidado, configurar muy bien la privacidad de los espacios y en el mejor de los casos, no publicar fotos de chicos.
Cuidemos la niñez porque todo esto habla de violencia. La violencia no solamente es con las armas, con gritos, sino con la manipulación de lo que tengo cerca, una imagen, una foto, un video. Estoy generando una violencia dentro de este mundo de los niños y que escapa a mi control, porque si yo lo pongo público ya deja de ser privado. Pareciera que las redes el Facebook se ha convertido en ese diario íntimo que ha dejado de ser íntimo y se ha convertido en público
E: Creo que hemos perdido, como bien decís vos la intimidad ya no hay lo privado. Y eso es responsabilidad de los adultos, esta necesidad de exponerlos constantemente, no solo nosotros mismos, sino a nuestros niños, que son los que más deberíamos cuidar. A veces no medimos el nivel de exposición y los riesgos que conlleva esa exposición
Como bien decía Cecilia, una vez que uno sube una foto a las redes, ya dejó de ser mi foto. La foto de mis hijos entra a dominio público de cualquier persona que quiera hacer el uso o el mal uso de eso, uno ya pierde el control sobre eso y los chicos también.
Los niños carecen de ese buen juicio, propio de la edad. Constantemente necesitan subir contenido, empiezan a perder la racionalidad de decir bueno. ¿Qué gano yo subiendo esto, cuánto me expongo? Qué consecuencias me puede traer más allá de que uno después lo puede borrar o se arrepienta, eso ya queda en la nube.
Lucía (Loc) En lo común de las personas, pasa esto de que por ahí cuenta y termina dando un detalle muy amplio sobre su vida privada, pero, por ejemplo, yo lo comparo con los medios de comunicación que utilizan las redes sociales para poder dar una utilizarlo como un canal de noticia y dar una información. Me baso siempre en esto le digo cómo. ¿Cómo puede haber periodistas del espectáculo?
¿Qué consejos debemos tomar en cuenta?
E: Creo que debe haber espacios familiares libres de tecnología. No debería haber ningún disruptor, ni la televisión, ni que los adultos estemos con el celular pegado a la mano, ni que los chicos estén con la música, hay que poder apagar todo, porque si no, no hay manera de conectarse y a veces el mayor trabajo es que los adultos nos desconectemos para poder conectarnos con los niños. Es fundamental eso que haya por lo menos en algunos momentos en la casa espacios libres. A mí, muchas mamás de adolescentes me consultan por la dificultad que tienen para hablar con los adolescentes.
No saben cómo empezar. Siempre les digo y es algo que también trato de poner en práctica. Hay que hablar de cualquier cosa, cosas tontas, del día, de qué hiciste, ¿Con quién fuiste, a dónde, a qué hora volviste? No desde el control, sino de saber interesarme qué le está pasando al adolescente.
¿Porque si yo no puedo hablar de las cosas ingenuas o tontas del día, cómo hago después para hablar de las cosas importantes? Entonces ya estoy poniendo una distancia que es muy difícil de sortear. Cuando un niño se va haciendo más grande, entonces me parece que dar espacio al diálogo es fundamental para acercarnos primero.
Cecilia, estoy viendo un noticiero algo violento, algo que no está bueno. No apago el televisor, pero no sé cómo encarar el tema. ¿Qué puedo hacer?
C: Sobre todo, en los adolescentes están, ellos están en una edad en la que quieren pensar distinto del adulto sí o sí, porque se están en la etapa del desafío, muchas veces hay que escucharlos, ellos solos van llegando a la conclusión, uno los acompaña en la conversación, porque si uno empieza desde el reto, el adolescente va a combatir porque es su esencia. Y cierras la puerta, entonces hay que escuchar o decirle, sabes que me parece a mí, sabes qué opino yo, pero es como te estoy dando lugar a que tu opinión es importante. Yo opino claro tal cosa….
¿Qué estrategia puede utilizar para fomentar un equilibrio en el uso de pantallas?
C: Primero que regular el tiempo, lo más que se pueda de acuerdo a los valores familiares o las los horarios familia. Por otra parte, usar aplicaciones de control parental, es decir, filtros para que determinada información no ingrese a la red de la casa, entonces desde cualquier tele que se conecten o cualquier o celular, tendrán la programación o la publicidad acorde para niños
E: Si recomiendo que cualquier papa que empiece a notar alguna sintomatología en su hijo, ponga atención. Es decir que un niño empiece a mentir en la cantidad de tiempo que está usando el aparato, que se irrite de sobremanera cuando pierden un jueguito electrónico … cuando notamos que cada vez es mayor la demanda que tiene, son indicadores a los cuales hay que estar atentos y hacer la consulta con algún profesional. También tenemos aplicaciones que son aptas, que nos ayudan.
C: Una cosa que tenemos muy linda en Monte Cristo, son las actividades extraescolares municipales que por ahí no tienen un costo, o sea, son accesibles. Están las actividades de los dos de los clubes y otras actividades
Lucía (loc): Un amigo comentó que en el colegio de su hijo habían tenido la visita de la psicopedagoga Liliana González y ella comentaba que es necesario solamente 30 minutos dedicarle el al chico y es suficiente para generar cambios.
E: Creo que Liliana hacía referencia a eso de que los padres estamos como en la vorágine del trabajo y de la demanda constante de producir y de trabajar y de estudiar… y a veces no tenemos tiempo de calidad para con los chicos, entonces, frente a todo esto por lo menos 30 minutos, pero,para que uno esté con sus hijos, los disfrute, los conozca, los escuche, los mire…30 minutos es poco. Tenemos que esforzarnos como adultos, porque seguramente todos nosotros y me incluyo, pasamos más de 30 minutos con el celular, entonces no se puede equiparar ese tiempo de uso de la tecnología con el tiempo real.
De todas formas, todo hábito comienza por algo. Empezando con unos minutos después, puede convertirse en 1 hora y tal vez en mucho más. No esperemos hacer quizás la media hora, primero 5 o 10 minutos, 20 minutos hábitos, los buenos hábitos nos ayudan a crear buenas conductas y más tarde formarán el carácter.
¿Por qué el joven busca la pantalla y no se queda en su mundo real?
E: Yo creo que eso responde….(me ha tocado hablar este año trabajando en el secundario con los chicos) a una sensación abrumadora de soledad. Yo creo que los chicos están atravesando como un momento cultural histórico, donde no se sienten mirados, ni escuchados ni reconocidos por los adultos que los rodeamos. Como que su opinión no vale, lo que tienen para decirnos, no es escuchado. Entonces me parece que es muy fácil caer en las pantallas y en las redes porque no se pone en juego nada de lo más personal. Uno muestra lo que quiere mostrar y sin embargo no está mostrando nada al mismo tiempo. Así que una recomendación: los adultos estemos disponibles, escuchemos, preguntemos, acompañemos…interesémonos en qué aplicaciones usan, por qué las usan, qué música escuchan, qué series les gusta mirar ….es la manera de meternos en su mundo.
La idea es no demonizar el uso de la tecnología, reconocer que es una herramienta muy útil de las cual todos hacemos uso todos los días. Sí quermos alertar sobre el mal uso y dejar algunas recomendaciones …Buscar un equilibrio. Hay muchas maneras en las cuales los papas podemos involucrarnos. Ver cuando los chicos de descargan aplicaciones, ¿cuales son, puedo aprender algo? si un adulto media y va poniendo palabras a esos juegos y le va encontrando un sentido, el niño también le va a encontrar un sentido.
Lo fundamental es dar el ejemplo, los niños actúan por imitación. Yo creo que un hijo o un adolescente que nos rodea y que nos mira nunca se va a quedar con lo que dijimos, sino con lo que hicimos. Pero realmente un niño aprende cuando ve y cuando puede tomar eso de la conducta del otro.
Si yo como adulto estoy constantemente con el celular mientras estoy comiendo y haciendo llamadas constantemente, respondo mensajes todo el tiempo me suenan las notificaciones desde qué lugar y de y con qué autoridad moral le pedimos a los chicos que renuncien a esos tiempos.
Exactamente el ejemplo vale 1000 palabras.
Se suele escuchar a algunos papas ¿Qué hago ahora con los chicos en vacaciones?
Parece que se nos agotan los recursos…Y es tan simple como sacar un juegos de mesa de un cajón viejo y intentar jugar. Hemos perdido como adultos la capacidad de juegos y eso es algo que hay que recuperar necesariamente. Y si no jugamos nosotros como adultos, generar esos espacios de juegos, invitar un vecino a la casa, llevarlo a la plaza, a veces Hay cosas que no pasan por lo económico, de ir al cine, ir al teatro y tener que gastar dinero. Sino encontrar actividades que el niño pueda disfrutar sin que eso implique un gasto económico, hay que gestionar, hay que ser creativos.
El tema da para más y queda mucho por hablar, nos vamos despidiendo
E: Bueno, agradecerles la invitación, vinimos un poco en representación del instituto Parroquial Monte Cristo. Quedamos abiertas a cualquier consulta que quieran enviar y que vos después nos quieras trasladar, vamos a intentar dar respuesta desde nuestro lugar y de nuestra formación.
Mi recomendación fundamental, retomemos el diálogo, retomemos la palabra. Tengamos en cuenta que el niño necesita de palabras, ser bañado del lenguaje de los adultos, que eso le va a dar sentido y le va a dar estructura. Y estemos más conectados, conectados con lo real.
Salgamos del mundo virtual, ese mundo de las luces que estaba Laura y el acercamiento, el beso, el abrazo, … hagamos que esto valga la pena.
Las licenciadas de alguna manera nos han mostrado que el uso excesivo de las pantallas es preocupante en grandes y chicos. Busquemos fomentar el diálogo, la actividad al aire libre, el cara a cara, el poder sentarme y conversar, no de cosas profundas, ni tan importantes. Generemos esos espacios de diálogo. La comunicación en la familia no tiene que perderse.
Que la pantalla no nos quite ese ese espacio, no le demos poder de invadir.
Que las pantallas no nos limiten, que las pantallas no rompan esta calidad humana o como me decía la Lic.Cecilia para ser humanos, de necesitamos estar entre humanos, no entre pantallas.