Varias dotaciones de bomberos de distintas regiones debieron actuar ante las llamas que avanzaban en la zona de Villa Albertina, que es jurisdicción de Dean Funes del departamento Ischilín. Además se sigue trabajando en zonas de La Calera y el Cerro Negro con guardias de cenizas tras lograr apagar el fuego.
En la zona el fuego avanza y los bombero trabajan constantemente en poder controlar el foco que no da tregua, dada la sequía y el viento que actúan como combustibles.
Entre los más de 150 voluntarios, estuvo un grupo de bomberos de la ciudad de Monte Cristo que convocados por la Regional que los comprende asistieron al lugar para trabajar durante horas frente a las llamas. Saliendo de su sede rumbo a los incendios una dotación a cargo del Suboficial Principal Mariano Morales, junto a la cabo Sofía Enrico y los Bomberos José Castellano, Carla Solovey y Martín Arancibia.
En nuestra conversación con Sofía Enrico, una de las bomberas que se convocó y viajó al lugar, nos contó que junto a ella se trasladaron con el «kit forestal» otras cuatro personas para realizar la misma labor en esta parte de las sierras.
Sofía detallaba que todos los bomberos tienen capacitación para combatir incendios, pero que algunos están capacitados específicamente en incendios forestales.
El grupo del cuartel de Monte Cristo salió hacia Villa Albertina el sábado por la noche ya que debían estar alistados para su trabajo el domingo a las 4 de la mañana, momento en que comenzaron a caminar hacia el foco de incendio para apaciguar las llamas de una zona en la que hoy sigue activo.
Nos contaba lo difícil que se hacía combatirlo, que si bien habían empezado a trabajar con bajas temperaturas, no había vientos por lo que empezaron a combatir las llamas, pero que en horas de la mañana sí comenzó a haber viento y en un momento cambió de rumbo, dejándolos atrapados. En estas condiciones, un equipo preparado y las capacitaciones son la respuesta de acción y tal es así que nos relató el momento y que para no ser alcanzados debieron refugiarse en un espacio ya quemado, que es un lugar más seguro porque de llegar las llamas esa zona tiene mucho menosmcombustible.
Pasaron varias horas trabajando en ese foco de incendio junto a varias dotaciones que contenían a más de 200 bomberos voluntarios de toda la provincia, pero ante la situación extendida de las llamas consecuencia de la sequía y los vientos, el incendio aún está tratando de ser controlado con otras dotaciones y aviones hidrantes de la Provincia.
Más en lo logístico, la bombera de nuestra ciudad nos relató que el cuartel tiene sus elementos provistos para este tipo de situación, que fue con lo que contaron para asistir a Villa Albetina.
El Plan Manejo del Fuego de la Provincia a través de las regionales que se convocan a la labor de sofocar incendios, organiza los recursos, tanto en lo humano como herramientas y las viandas de alimentos y agua como provisión personal. Algo que no siempre resulta bien coordinado; por ejemplo a este grupo local le tocó pasar sin esta asistencia de vianda hasta las 6 de la tarde del día siguiente.
Los errores de logística y el cansancio por tanto trabajo empeñado para combatir las llamas, no hacen sombra a la gran acción de los bomberos voluntarios que se enorgullecen de prestar servicio aportando soluciones a estas situaciones críticas.
Este grupo regresó a Monte Cristo con su labor culminada para que otras dotaciones puedan seguir combatiendo el fuego, pero que sabe que en cualquier momento puede ser convocada para asistir a donde se los necesite.
