Entrevistamos a Andrea e Itatí, dos integrantes de “Uniendo Huellas”, agrupación que desinteresadamente se ocupa de ayudar a los perritos de la calle de nuestra ciudad. Toda la comunidad está invitada a colaborar con la causa y formar parte de sus actividades.
Uniendo Huellas se formó en 2010, ante la necesidad de controlar la reproducción masiva de animales sin hogar. El objetivo principal de este proyecto es detectar los perros callejeros para lograr un control sanitario, enfatizando en la castración de las hembras, colocación de vacunas básicas y atención de otras enfermedades para mejorar su calidad de vida y encontrarles un hogar definitivo. Es un grupo sin fines de lucro, integrado por voluntarios de nuestra localidad, que cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Monte Cristo por medio de la Subsecretaría de Medio Ambiente, quien les brinda los medios necesarios para cumplir con su tarea. Además de castraciones y curaciones, realizan campañas de concientización sobre la tenencia responsable de mascotas “Para lo que nos está faltando tiempo, pero que está en nuestros, es para llegarnos a concientizar en las escuelas, ya que por medio de los chicos llegan los mensajes. Ellos los transmiten a su hogar, son increíbles. Ahí es entonces donde hay que trabajar, para enseñarles a no abandonar a los animales” nos cuenta al comenzar la charla Itatí, voluntaria del grupo y maestra en varios colegios de la ciudad.
“La idea surgió por la cantidad de perros que había en la calle, sobre todo en la terminal y en la plaza” nos dice Andrea, integrante del grupo desde sus comienzos “A partir de esto a Valeria, quien trabaja en la Municipalidad en el área de deporte; le surgió la idea de ver que se podía hacer para paliar la situación de estos animalitos. Empezó a buscar voluntarios, que en principio fuimos tres, empezamos a averiguar y hablamos con la municipalidad para ver que se podía hacer y cómo nos podían ayudar”. Ese fue el punto de partida para esta organización que hoy lleva castrados más de 120 perros de la calle: “En la municipalidad nos dieron el visto bueno, nos asignaron un presupuesto para trabajar, que no es dinero en efectivo sino órdenes de compra, a través de trabajo veterinario, etc. De allí comenzamos a trabajar con todos los veterinarios del pueblo. Y así fuimos trabajando, se fue sumando gente, bajando otros, y así pasamos de tres a nueve voluntarios” agrega.
Grupo adentro se reúnen periódicamente, y allí anotan todas las urgencias y tratan de organizarse para las castraciones, que desde mayo están programadas una vez al mes, salvo que sea una urgencia “el trabajo está organizado en base al cuidado de los que están en el refugio provisorio, al que acudimos todos los días por turnos, y las castraciones y/o cuidados de los perritos en la calle”. Es importante destacar que Uniendo Huellas no es una perrera, ya que no cuentan con espacio físico para recibir a los animales “La idea es que sea el provisorio de alguna perra castrada o algún enfermo, pero por ahora en el provisorio se encuentran siete perros que están allí desde que eran bebés, que no están acostumbrados a andar en la calle y que aún no hemos logrado que sean adoptados. Un perro que ya hemos levantado grande de la calle es curado o castrado y vuelve a la calle, siempre con un seguimiento para una exitosa recuperación”
Al consultarles sobre qué consideran importante a la hora de trabajar sobre esta situación nos dijeron: “Lo fundamental es tener a sus mascotas dentro del domicilio, con eso nos ahorramos muchísimos problemas. En realidad de hace dos años a hoy ha bajado muchísimo la cantidad de perros sin dueños, el tema es que hay muchos perros que andan sueltos, pero que tienen hogar. No menos importante es la esterilización de sus mascotas, ya sean hembras o machos”
Las chicas del grupo están más que convencidas que dentro de unos años y con ayuda de toda la comunidad, la situación se verá atenuada “A veces parece que no terminamos más, pero algo hay que hacer y aunque no hace tanto tiempo que estamos, nuestro trabajo ya se nota. Antes ibas a la terminal y había diez perros, hoy capaz que te encontrás solo con dos o tres”. Entre sus proyectos de encuentra una campaña antirrábica, charlas en los colegios y un censo para mayor control de la población canina.
En este último tiempo los voluntarios de Uniendo Huellas se han visto colapsados por casos de maltrato, enfermedad y abandono, algunos muy crueles, acontecidos en la ciudad. Si bien desde que comenzaron su actividad han aportado muchísimo a la comunidad mediante una enorme cantidad de adopciones, castraciones, curaciones, a veces la cotidianidad los supera “Las cosas que pasan nos dan profunda tristeza, casos como el del perro baleado o los cachorritos que tiraron en una bolsa cerrada es algo que no podemos entender, pero bueno, hay que afrontar esas situaciones y seguir adelante más convencidos que nunca”.
El hogar provisorio actualmente se encuentra con más perros de los que pueden tener por lo que necesitan la ayuda de toda la comunidad.“Nosotros somos todos voluntarios, no recibimos ningún tipo de ayuda económica para nuestra actividad, aparte de lo que nos da la municipalidad. Ni nafta para las rondas de control, ni tarjetas de teléfono, recién ahora conseguimos un corporativo, que nos dio la municipalidad para uso del grupo, así que con eso logramos gastar un poco menos, pero todo lo que es nafta por ejemplo, que utilizamos para dar vueltas e ir controlando y viendo a los perros lo ponemos nosotros”.
Para colaborar podés hacerlo donando alimento balanceado, difundiendo las adopciones y fundamentalmente apadrinando a los rescatados o tomándolos en guarda hasta que se adopten o sean recuperados. En estos casos todos los gastos veterinarios se encuentran pagos y el alimento es cubierto por la organización. Para comunicarte podés hacerlo al 0315 -152273856 o en Facebook a “Uniendo Huellas”
Uniendo Huellas en números
Desde 2010 hasta la fecha realizaron:
170 adopciones
60 curaciones de perros accidentados, lastimados por mordeduras, etc.
120 castraciones
+100 vacunaciones de cachorros y animales sueltos