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    La historia del buque que sobrevivió a Malvinas pero no al olvido

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    El destructor Santísima Trinidad sobrevivió en el conflicto de las Islas Malvinas, pero no sobrevivió en su propia casa. No fue el enemigo quien lo hundió, sino sus propios gobernantes tras años de abandono. Así se despide el destructor Santísima Trinidad.

    Un_buque_de_la_ArmadLa rotura de una tubería en el sector de máquinas del destructor misilístico Santísima Trinidad, provocó el hundimiento de varios compartimientos y el escorado de la nave.

    El hecho habría ocurrido en la madrugada de este lunes cuando se detectó la falla mientras el agua comenzaba a ganar distintos sectores.

    Rápidamente acudieron otras unidades para intentar con bombas de achique, sacar el agua.

    El buque se encuentra amarrado en un sector del muelle y está fuera de servicio hace varios años.

    En la mañana de este lunes, el buque estaba escorado hacia babor apoyado contra un buque pesquero con una inclinación de unos 50 grados.UN_257UN_256

    El buque Santísima Trinidad, los montoneros y la Operación Algeciras

    santa maría

    El 22 de septiembre de 1975, mientras se encontraba en los astilleros de Rio Santiago, el destructor Santísima Trinidad sufrió un atentado. El montonero Máximo Nicoletti, un experto buzo nacido en Puerto Madryn, le había colocado cargas explosivas que lo hicieron explotar y le provocó serios daños.

    Aunque el ataque no impidió que se terminara de construir, el ataque a este buque se volvió clave para la junta del último gobierno militar que intentaría reproducirlo bajo lo que se conoció como «Operación Algeciras».

    Tras el atentado al destructor, Nicoletti quedó bajo la mira de la Armada, hasta que el Grupo de Tareas 33/2 de la ESMA logró capturarlo a finales de la década.

    Nicoletti se terminó transformando en un agente de la Armada y se fue a vivir a Estados Unidos. Apenas estalló la guerra de Malvinas, recibió la orden de regresar al país. Tenían una misión para él: organizar un atentado similar al que había cometido contra el Santísima Trinidad pero contra un buque inglés en Gibraltar.

    El Almirante Jorge Isaac Anaya, de la Armada Argentina, le dio específicamente la orden. Junto a otros agentes y montoneros, Nicoletti viajó a España, se instaló en Málaga y luego en el Puerto de Algeciras, a la espera de un buque militar al que sabotear.

    Pero los militares argentinos tenían la esperanza de llegar a un acuerdo diplomático y le pidieron que antes de atacar el buque –con minas italianas que se enviaron en valija diplomática desde Buenos Aires a Madrid- que solicitara permiso. Anaya recién dio la orden el 3 de mayo de 1982, un día después de que el submarino HMS Conqueror disparara dos torpedos contra el crucero ARA General Belgrano matando a más de 300 tripulantes argentinos. Un acuerdo de paz era imposible y el jefe de los marinos le dio el «ok» a Nicoletti.

    Cuando la fragata HMS Ariadne ingresó al Puerto de Algeciras, Nicoletti supo que tenía su objetivo. Aprobada la operación, puso manos a la obra. Habían pasado cerca de un mes como falsos pescadores organizando todo. Pero una serie de escuchas telefónicas y la Policía española desbarataron el operativo. Nicoletti terminó detenido. En julio de 2004, un documental llamado «Operación Algeciras», en la que Anaya hacía declaraciones, confirmó los detalles de la historia.

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