Sobre la base de estudios históricos, reconstruyó la imagen del nuevo santo en su infancia. No había ninguna de esa etapa. Es un óleo que estará en Villa Santa Rosa de Río Primero, donde pasó sus primeros 16 años.
La primera imagen de José Gabriel del Rosario Brochero cuando era niño fue recreada luego de estudios de especialistas en su vida, y la obra se instalará en Villa Santa Rosa, localidad del departamento Río Primero que lo vio crecer en sus primeros 16 años de vida.
Hasta ahora sólo se conocía una fotografía de cuando tenía 16 años. De imágenes de la infancia de quien en pocos días pasará a ser el primer santo católico nacido en Argentina, no se tiene registro. Por ello, el óleo de 1,80 por 1,40 metros que se está terminando será la primera imagen del Cura Gaucho de niño, de unos 12 años de edad.
Liliana de Denaro, perito historiadora a cargo de la causa de Brochero que se presentó en el Vaticano para los procesos de beatificación y canonización, señaló que “como niño, es la primera imagen que habrá, la única”. Además, calificó de “original e interesante” la iniciativa, tras rescatar que la localidad –donde se ha puesto en valor un museo que recuerda al cura en el hogar donde vivió– “ponga el acento en Brochero niño, adolescente y joven, ya que vivió allí hasta los 16 años”.
Denaro comentó que siguió cuidadosamente el avance del óleo y aportó cada detalle de la historia del nuevo santo.
El artista plástico cordobés Federico Rubenacker es el autor de la pintura. Asegura que tuvo en cuenta los “aportes fundamentales” de Denaro para “las facciones de un niño trabajador, de campo, que vivía en una zona de monte, además de abordar el entorno de esa época”.
Pintado
Para el artista, “fue un desafío hacer a una persona real”, por lo que indicó que tuvo que imaginarlo “en un viaje a ese monte, cuando era niño”. Primero estudió el caso y luego lo pintó en 20 días. Mientras termina las últimas pinceladas, Rubenacker subrayó que es la primera imagen en el mundo que refleja la niñez del sacerdote fallecido hace 102 años.
En esa línea, también coincidió el intendente de Villa Santa Rosa, Serafín Kieffer. En el municipio remarcan que no hay fotos del cura de niño. Kieffer dijo que, para esta recreación, en la que se involucró a toda la comunidad, “se contó con el aval, guía y acompañamiento de la Iglesia, mediante la intervención del arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez”.
Tras apuntar que la imagen se colocará en la iglesia de esta localidad de 8.700 habitantes, Kieffer indicó que no pretenden “competir con Villa Cura Brochero”, localidad de Traslasierra donde el sacerdote pasó gran parte de su vida y donde la gente lo reconoce como “el santo de los pobres”.
Sólo se apunta en Villa Santa Rosa, según explicó, a “rescatar los valores de Brochero niño y la familia, que atravesaron su historia en esta zona”.
Gestiones
El intendente Kieffer anticipó además a La Voz que inició gestiones ante la Provincia y la Nación para construir un centro recreativo para niños, que haga honor a Brochero, en la zona donde nació.
La idea es tener una casa de retiros, similar a la que el sacerdote creó en el valle de Traslasierra, pero en este caso sólo dirigida a los más pequeños, como sitio de recreación y reflexión.
Qué dicen los peregrinos que viajan a Roma
Jony Salvatierra (Villa Dolores): “No tengo casa, y había ahorrado para un terreno, pero con esa plata pagué el viaje a Roma porque no hay nada más importante para mí que esto. Esperé toda la vida para ver a Brochero santo, así que no me lo puedo perder. Esto va a ser como ir a filmar la patronal más grande del mundo, yo lo siento así”.
Marcela Ruatta (Villa Santa Rosa de Río Primero): “La canonización de nuestro Cura Gaucho, quien vivió en mi pueblo, es un acontecimiento irrepetible. No dudé ni un segundo cuando se me presentó la posibilidad de poder estar ahí. Va a ser una vivencia única y una bendición. Es un santo nuestro, pero para todos los argentinos”.
Mariana Viarengo (Córdoba). “El cura Brochero me interpela como ciudadana, como mujer de fe, como católica. Su vida y su obra cuestionan constantemente mi compromiso ante los demás, ante mi ‘prójimo’. Apenas supe de la canonización decidí armar el viaje, que me implica mucho esfuerzo y sacrificio, y que no tiene fines turísticos. Al contrario, tiene toda la impronta de una peregrinación de fe. Así deseo vivirlo. Quiero ser parte de este momento histórico para Argentina y la Iglesia: a 200 años de la declaración de la Independencia, con un papa argentino y jesuita, y en el Año de la Misericordia, que un cordobés llegue a los altares para todo el mundo es un regalo enorme de Dios”.
Francisco Morra (párroco de Nuestra Señora del Carmen, Córdoba): “Tener la oportunidad de concelebrar la misa en la cual la Iglesia, por la voz del Papa, propondrá a toda la humanidad al cura Brochero como modelo por imitar por su santidad y fidelidad, es fuente de mucha alegría. Además, voy a compartir esta alegría con varios brocherianos”.
*Corresponsalía «La Voz»