Columna de Economía por Laura Campos
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La economía Argentina ha sufrido procesos de estrangulamiento repetidas veces en su historia ¿En qué consiste este proceso? Es una combinación de estancamiento o caída en el ingreso proveniente de las exportaciones y el aumento del gasto de importaciones, todo esto genera un déficit en la balanza de pagos (la balanza de pagos es una cuenta donde se registran todas las transacciones monetarias entre un país y el resto del mundo). Una posición deficitaria implica que las transacciones realizadas por el país requieren pagos monetarios que sobrepasan los ingresos monetarios obtenidos, y surge consecuentemente una necesidad de financiamiento. Hay dos formas de solucionar esta necesidad: conseguir financiamiento mediante préstamos externos o recortar las importaciones.
Entre los años 2003 y 2010 las mejoras en las exportaciones, básicamente por la suba de los precios de los bienes transables y el tipo de cambio competitivo generaron un elevado saldo comercial. Este ingreso permitió al país pagar intereses de la deuda, transferencia de utilidades y que el Banco Central de la Republica Argentina (BCRA) acumulara reservas. Como consecuencia de esto, Argentina no se veía afectada por la imposibilidad de acceso al mercado de capitales externos ya que disponía de reservas suficientes por el saldo positivo de cuenta corriente (exportaciones menos importaciones). Pero la pérdida del superávit fiscal ocasionado por el creciente gasto para paliar la crisis energética importando energía, junto al sostenimiento de las tarifas públicas y subsidios además de realización de inversiones provocó que el BCRA se subordinara a las necesidades fiscales. Así la autoridad monetaria en cierta medida cambio su objetivo de defender un tipo de cambio competitivo lo que desembocó en un deterioro de la cuenta corriente. La pérdida de los superávits gemelos (fiscal y externo) pilares de los programas económicos de Néstor Kirchner y del Primer mandato de la actual Presidente, son cosas del pasado.
Para 2012 la mayoría de los analistas prevé una desaceleración de la economía domestica a lo que se le suma un deterioro del contexto internacional, una política monetaria y fiscal contractiva (ej: suba de tasas, quita de subsidios) y una caída en el precio de los bienes exportables. Esta desaceleración comenzaría afectando a la inversión y a la exportación pero no tanto al consumo y el nivel de importaciones. Todas estas condiciones macroeconómicas afectaran de manera negativa el saldo de balanza comercial lo que ocasionaría que Argentina se encuentre en una situación de vulnerabilidad donde no tiene superávit, tampoco tiene acceso al préstamo externo para solucionar el estrangulamiento y sólo cuenta con un reducido margen de colocación de deuda en el mercado local.
El gobierno impone restricciones al tipo de cambio limitando la compra de dólares estas políticas han detenido las pérdidas de reservas del BCRA a causa de la fuga de capitales. Con lo cual todo intento de lo agentes de dolarizar sus carteras se refleja en el tipo de cambio paralelo y no el oficial. Pero estas políticas son solos efectivas en el corto plazo ya que el estrangulamiento externo sigue operando y ocasiona que la economía comience a frenarse, si a esto se le suma un contexto externo negativo la situación se torna preocupante.