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sábado, marzo 15, 2025
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    Mónica Villanueva: Cuando la voz se convierte en identidad

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    Hay voces que simplemente informan, y hay voces que logran mover cada fibra interna de nuestro ser, nos hacen emocionar, unir y dar identidad a una ciudad. En cada anuncio, en cada acto patrio, en cada acto oficial y en cada mensaje institucional, hay una voz particular que se ha convertido en parte de la vida de los vecinos. Es la voz que anuncia, que acompaña, que da vida a los eventos más importantes de la ciudad y que identifica a Monte Cristo. No es solo una voz familiar para los vecinos, sino también un símbolo de comunicación clara y cercana. 

    En esta oportunidad, tuve el honor de conversar con Mónica Villanueva, la voz oficial de nuestra ciudad. Ella nos cuenta sobre su camino recorrido hasta acá, su pasión por la comunicación y el profundo compromiso que siente por su ciudad.

    ¿Cómo comenzó tu carrera en la locución y qué te motivó a seguir este camino?

    Luego de terminar la secundaria, elegí estudiar Comunicación Social en la UNC porque me interesaba el periodismo, especialmente el gráfico, que fue mi primera gran pasión. Sin embargo, en tercer año tuve la materia de Taller de Radio, donde comenzamos a trabajar con herramientas de locución, y ahí empecé a interesarme por el mundo de la radio.

    Si bien mi primer amor siempre fue el periodismo gráfico, con el tiempo descubrí que la radio también me apasionaba. A medida que avanzaba en la carrera, se convirtió en mi segunda gran pasión y en una parte fundamental de mi desarrollo profesional.

    ¿Cuál fue tu primer trabajo como locutora y cómo fue esa experiencia?

    En realidad, la radio fue solo una práctica al inicio. El director en ese momento, Julio Luque, pionero de la radio local, me permitió practicar y me asignó un programa por la tarde junto a una locutora. Fue en ese espacio donde comencé a realizar móviles, especialmente en la parte periodística.

    Más adelante, en la Municipalidad se organizaban los carnavales y hacía falta alguien para la locución comercial. Así fue como tuve mi primer trabajo, haciendo locución comercial durante la animación del evento, y fue en ese contexto donde empecé a desenvolverme con el micrófono de manera más pública.

    ¿Cómo nació tu carrera en Monte Cristo?

    Creo que dos medios de comunicación fueron clave en el desarrollo de mi vocación por esta profesión. Uno de ellos fue el periódico Ámbito Regional, un importante medio gráfico local y regional en su momento. Allí pude desarrollar mi pasión por la escritura y el periodismo, realizando entrevistas, crónicas y notas.

    Paralelamente, la radio me fue cautivando con su magia. Siempre fue algo especial para mí, no solo por la locución, sino también por la posibilidad de crear lazos con los equipos de trabajo y explorar un mundo que, en ese entonces, aún no conocía del todo. A través de la radio, pude hacer programas, móviles y distintos segmentos relacionados con la comunicación, lo que me permitió crecer profesionalmente.

    Más adelante, mi camino continuó en la Municipalidad, donde empecé a desempeñarme en la organización y locución de eventos oficiales, ampliando así mi experiencia en el ámbito comunicacional.

    ¿Qué significa para vos ser la voz Oficial de Monte Cristo?

    No me considero la voz Oficial de Monte Cristo como un título en sí mismo. Simplemente, a lo largo de los años, he trabajado en la Municipalidad y me he encargado de la locución en actos oficiales los cuales son inherentes a la función pública del Intendente o de diferentes mandatarios públicos y quizás por eso se me han asociado con ese rol.

    Más que nada, mi labor ha estado enfocada en la organización y conducción de eventos vinculados a la actividad oficial del municipio, así como a eventos comunitarios. Creo que esa participación constante en actos públicos ha hecho que muchas personas me identifiquen con la voz de estos eventos, pero, en esencia, mi trabajo ha sido siempre el de dar voz a las actividades que forman parte de la vida institucional y comunitaria de Monte Cristo.

    ¿Cómo recordas esos primeros comienzos?

    Para mí la locución, fundamentalmente, ha sido vencer una barrera de miedo. Yo siempre fuí muy tímida, me considero actualmente muy tímida y a mí la locución me ayudó a expresarme públicamente de una manera más abierta y cumpliendo un rol y una función. La radio es la voz donde vos le permitís al oyente poder imaginar, le pintás un mundo y le tratás de generar las opciones para que se pueda imaginar. Y un poco eso fue lo que me ayudo. 

    Hoy hablo ante muchísimas personas y es un desafío diario. No es algo que yo ya superé. Es un desafío permanente que se logra con mucho trabajo, mucha dedicación, mucho esfuerzo, con profesionalizarse, capacitarse y poder trabajar poniendo mucho desde el amor, desde la pasión y desde el corazón. 

    Y mis primeros comienzos fueron muy desafiantes , venciendo barreras de esa necesidad de poder hacer algo que me gustaba, pero del otro lado tenía esa parte de la timidez que tuve que ir venciendo de a poco. 

    ¿Cómo fué tu primer Desfile Cívico Militar? 

    El desfile tiene una larga y rica historia. El intendente Héctor Rossi me convocó para organizar un desfile cívico-militar en conjunto con la agrupación gaucha local Juan José Molina. La idea era reunir a todas las instituciones locales en un evento significativo.

    Diseñar un acto protocolar y coordinar el desfile en sí fue un gran desafío y un aprendizaje desde cero. Sin embargo, siempre fue un trabajo en equipo, con el intendente liderando la organización y la agrupación gaucha colaborando activamente. Mi rol se centró en definir aspectos clave del acto.

    Este evento me permitió descubrir mi pasión por la organización de actos de gran magnitud. La combinación de fuerzas de seguridad, civiles, autoridades y el protocolo detallado hicieron del desfile un reto apasionante que requería dedicación total. 

    El desfile se convirtió en un emblema de Monte Cristo, un evento que ha trascendido gestiones municipales, cada una aportando su impronta y fortaleciendo su relevancia a nivel regional y provincial. Para mí, representa una gran satisfacción y orgullo. Su crecimiento ha ido de la mano con la comunidad, reflejando nuestra identidad y tradiciones. Más que un evento, es parte de la ciudad, de su gente y de nuestra historia compartida.

    ¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo? 

    Lo que más disfruto es la adrenalina previa a un evento, esa sensación única que te hace sentir viva y motivada. Me llena la pasión de hacerlo bien, de entregar lo mejor de mí, siempre con profesionalismo y empatía, enfocado en el otro. En la locución de eventos y la conducción, mi función es guiar y enmarcar el evento, no ser el protagonista. Mi objetivo es permitir que los verdaderos protagonistas brillen, darles el espacio para que ellos se destaquen mientras yo ofrezco el orden y la fluidez necesarios para el evento.

    ¿Qué te gusta más de los actos patrios o protocolares? 

    Los actos patrios son mis favoritos porque reflejan nuestra historia y cultura, contada por todos los estratos sociales, especialmente los niños, adolescentes y adultos, quienes se expresan a través de nuestros símbolos nacionales. Me emociona ver cómo todos se unen en esos momentos, compartiendo la misma bandera y canciones, y el sentimiento de argentinidad.

    Para mí, los actos patrios son una muestra de nuestros valores y tradiciones, fundamentales para avanzar hacia un futuro sólido. Me gusta que estos actos sean dinámicos y atractivos, gracias al trabajo de las instituciones, especialmente las escuelas. Los profesores son el corazón de este proceso, preparando y entregando expresiones significativas. Cada acto lo disfruto plenamente, porque me conecta con la comunidad y con los valores esenciales que nos unen.

    Aunque los actos protocolares también tienen su valor, me quedo con los patrios, ya que permiten una conexión más cercana y emocional. La organización de estos eventos es clave, y en nuestra ciudad, con el apoyo de la municipalidad y las instituciones locales, logramos experiencias muy enriquecedoras que me llenan de satisfacción.

    ¿Qué consejo le darías a alguien que sueña con trabajar en locución o representar a su ciudad de manera oficial?

    Simplemente que siga trabajando mucho, que se profesionalice, que sienta lo que hace, que lo sienta desde poder expresarlo de la mejor manera, con respeto, con educación, teniendo siempre en cuenta al otro, mirando siempre al otro. 

    Existirán muchas piedras en el camino pero de eso se trata un poco la vida, de ir venciendo obstáculos y dando lo mejor. Cuando las cosas se hacen desde el corazón, desde el lugar más humano posible, con respeto y dedicación, salen bien.

    ¿Has pensado en la posibilidad de formar a alguien para que en el futuro pueda ocupar tu lugar ?

    Hay alguien que me gustaría que continúe con lo que yo he estado haciendo y es algo que vengo ya hablando hace mucho tiempo, de poder transmitir mis conocimientos. Mientras uno le pueda ayudar y marcar algunas de las cosas que  aprendió y que le puede servir para que el otro pueda seguir. A mí me gustaría porque creo que uno es feliz con una continuidad de trabajo en las cosas.

    Hay que buscar que otra gente le imprima su impronta.  Van a ser distintas seguramente, con otros perfiles, con otras miradas, pero me parece que eso va a enriquecer el camino que se va a continuar. Eso hace que todo vaya cambiando. No se puede mantener en el tiempo siempre lo mismo.

    ¿Cómo te gustaría que te recuerden?

    No sé, creo que uno tal vez busca que a uno lo recuerden con cariño. Creo que más que recordarme, me gustaría una continuidad de trabajo, más que un recuerdo de lo que yo hice. Creo que eso a mí me llenaría mucho: que el día que yo no lo siga haciendo, pueda haber una continuidad de ese trabajo para seguir creciendo, seguir registrando cuestiones que forman parte de nuestros orígenes, y afianzando nuestra historia, podamos tener más fuerte nuestro presente para seguir adelante y construir futuro. El tiempo dirá cómo recordarán lo que uno hizo en el paso de esta vida. Creo que cuando uno actúa desde el respeto, el cariño, la honestidad y buenas intenciones, se pueden lograr cosas hermosas y obtener una satisfacción personal sana. 

    Su voz es mucho más que un sonido familiar en Monte Cristo, es el eco de una ciudad que la reconoce como suya. Su pasión por la comunicación y su entrega a la comunidad han convertido su trabajo en un verdadero puente entre las instituciones y los vecinos.

    Mónica no solo informa, sino que emociona, conecta y da sentido a cada palabra que pronuncia. Su voz es, sin dudas, un símbolo de pertenencia para Monte Cristo. Y mientras la ciudad sigue creciendo y evolucionando, allí estará ella, acompañando cada paso con su inconfundible presencia.

    Video archivo – Junio del 2013

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