Jamás, ningún militante ni simpatizante de nuestro espacio político ha ido al domicilio de ningún dirigente macrista a insultarlos. Ni a la casa de Macri, ni a la de Rodríguez Larreta, ni a la de Bullrich o Vidal.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 22, 2022
Tras darse a conocer lo que había sucedido en el juicio, pasadas las 20:30 de este lunes, ambas facciones de manifestantes se cruzaron y agentes de la Policía de la Ciudad armaron un cordón de seguridad con el objetivo de evitar disturbios entre los dos grupos que se hicieron presentes en la vivienda situada sobre la calle Uruguay al 1306.
Luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera una pena de 12 años de prisión para Cristina Kirchner al acusarla de ser jefa de una asociación ilícita y de fraude al Estado en la causa Vialidad, un grupo se acercó con cacerolas a los tribunales de Comodoro Py y en frente de la casa de la vicepresidenta en Recoleta en clima de celebración.
Horas más tarde, la tensión escaló cuando los detractores y críticos de la vicepresidenta se enfrentaron a la militancia kirchnerista que se apostó en el mismo lugar. “Energúmenos macristas”, apuntó la vicepresidenta Cristina Kirchner en su perfil de Twitter.
En cuestión de minutos, la tensión entre manifestantes escaló aún más. Y es que a medida que se llegaban a la puerta del domicilio de la vicepresidenta, algunos quedaban al otro lado del cordón al que querían llegar. Entre empujones, la Guardia Urbana intentó ordenar la distribución de los grupos, pero la situación terminó en desborde.
La Policía de la Ciudad intentó limitar el avance de manifestantes de La Cámpora con gases lacrimógenos. El grupo se metió en una especie de emboscada al sector donde se manifestaba el opositor a Cristina Kirchner. “Che gorila, che gorila, si la toca a Cristina, qué quilombo se va armar”, coreaban los kirchneristas. En esa línea, tiraban algunos pequeños fuegos de artificio.
Del otro lado del cordón, el grupo opositor no bajó el tono a la discusión. Mientras que el bando que apoya a Cristina Kirchner forcejeaba con agentes de la Policía de la Ciudad, los anti K gritaban entre aplausos y cacerolazos: “¡Chorra! ¡Chorra! ¡Chorra!”.
“Lo único que le faltaba a [Horacio] Rodríguez Larreta para ser [Mauricio] Macri: la policía de la ciudad reprimió con palos, gas pimienta y gases lacrimógenos a ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a Juncal y Uruguay como muestra de apoyo frente a los insultos de un grupo de energúmenos macristas”, apuntó la vicepresidenta Cristina Kirchner en su perfil de Twitter.