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jueves, marzo 13, 2025
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    Pipo Blangino: «Si llego al final seré el hombre más feliz del mundo»

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    ¡Una odisea! Así definimos a la búsqueda de información sobre el minuto a minuto de Pipo. Si bien Twitter permite obtener información al instante, la disponible sobre la competencia ronda mayormente sobre los pilotos ubicados en los primeros puestos; y la página oficial del Dakar lleva dos días de retraso en la actualización de información sobre posiciones. De todas formas, el dato más importante está: ¡Pipo sigue firme en carrera! y hoy, en la etapa número 10 (Belén- La Rioja) partió en la posición 80, luego de la durísima jornada de ayer, donde las altas temperaturas hicieron que la organización determine una suspensión parcial de la etapa. 

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    Tabla de posición actualizada hasta 8va. etapa. Hoy se corre la Nro. 10.

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    Compartimos la última aparición en los medios:

    «José Antonio Blangino es cordobés y dueño de una fábrica de mosaicos, y participa en su sexto Dakar. Compitió varios años teniendo a su mujer como copiloto y es acompañado por su hijo, que es mecánico. Como buen cordobés, tiene desarrollado el sentido del humor. Y no se caracteriza por ser amante del ejercicio: «No me entreno para nada y no voy al gimnasio, no hago nada físico. La realidad es que no tengo tiempo; estoy todo el día en la empresa. Pero nunca me cansé», justifica. «Me levanto a las seis de la mañana, me pongo los botines de punta de acero y me voy a laburar 12 horas sin parar», cuenta. Y detalla: «Tengo 600 empleados y yo soy el que arregla los camiones en el depósito. Es lo que me gusta».

    Blangino se ubica 70º en la categoría autos. Su esposa la acompañó a la derecha del volante en las últimas cuatro realizaciones. «Era como estar en casa. Lo llevábamos muy bien», comenta él. Esta vez ella no pudo venir. Como tiene un embarazo de dos meses, Adriana no fue autorizada por el médico. «Una vez se nos rompió el semieje en la arena. Tenés que ver lo que era la gringa tirada bajo el auto, arreglándolo. Es de fierro», destaca Blangino, acompañado por su hijo de 19 años, incipiente mecánico y heredero de un fanático de la aventura. «Si llego al final seré el hombre más feliz del mundo», se esperanza José».

    Fuente: Cancha Llena. La Nación

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