El domingo 22 de marzo de 2009 un viento de más de 150 km/h sorprendió a Monte Cristo. Una cortina de granizo destrozó viviendas, fábricas, clubes, vehículos. Parte de la ciudad quedó inundada. Hubo heridos, postes caídos y animales muertos. La “tormenta perfecta” aún perdura en el recuerdo.

El viento devastador que llegó, cerca de las 18, dejó la destrucción total de dos fábricas, decenas de heridos y postes caídos, unas 29 viviendas destruidas en Ampliación Los Troncos, caída de tinglados y depósitos, graves daños en dos clubes y en escuelas. La zona de los cortaderos resultó también gravemente afectada. Sin energía eléctrica, ni teléfonos; la población quedó en penumbras e incomunicada. “Es un desastre, la ciudad está destruida”, fue la frase de Fernando Gazzoni tras la tormenta. Centenares de evacuados pasaron la noche en el Club Lucas Vázquez. La solidaridad se hizo presente. Nadie se olvida del 22-M de Monte Cristo.

Qué fue. “Un tornado, un vendaval, ¿qué fue?, se preguntaba la gente. Una de las evacuadas en el club lo describió como “un monstruo blanco”, un fenómeno inexplicable que se oía como un tren que arrasaba todo, según expresaba el periodista Lisandro Guzmán en su blog “temporalmontecristo.blogspot.com.ar”, donde se encuentra un archivo único de videos, fotos y relatos. Y agregaba: “El día después, no se dictaron clases, todos barrían las calles, aún había hielo acumulado, y el cielo, pese a su gris, regalaba más lágrimas sobre una población asolada que sólo buscaba recuperarse”.
Qué se hizo. Los días y meses posteriores hubo ayuda local, provincial y nacional. Todos los vecinos también pusieron su hombro para poner de pie a la ciudad que había sido desvastada por un fenómeno único. Difícil de olvidar.