En un breve correo electrónico, el Sumo Pontífice le envió un mensaje de gratitud a Vanesa Sartori por la resistencia que la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas ha prestado desde 2012 a la construcción de una planta procesadora de productos transgénicos.

El pasado sábado, mediante un correo electrónico, el Papa Francisco respondió a la misiva de Sartori, enviada el 10 de enero: «Gracias por su correo y por todo el bien que Usted hace. A Usted, a su familia y a la Comunidad parroquial de Malvinas Argentinas les hago llegar la seguridad de mi oración y mi bendición». Como siempre, el Sumo Pontífice le pidió que » no se olviden de rezar por mí».

Sartori cuenta además que la resistencia comenzó en 2012 con marchas y hasta acampes en el predio, y que en 2014 la obra se paralizó por orden de la justicia porque la obra «violaba la ley nacional de ambiente por construir sin tener aprobado el estudio de impacto ambiental y sin consultarnos a los vecinos que opinábamos».
Sartori explica por qué la situación se ha vuelto más preocupante que nunca; desde hace más de dos años existe una guardia permanente en el lugar que impide que la empresa continúe con la obra, sin embargo, el 30 de diciembre llegó una notificación de un fiscal ordenando que «se libere el paso y garantice la libre circulación de personas y cosas, caso contrario se haría uso de la fuerza pública». Esta orden ha quedado sin efecto hasta febrero, dice la joven, pero lamenta que «en la secretaria de ambiente de Córdoba se están volviendo a acomodar las fichas para preparar su aprobación»
La joven habla también de la encíclica «Laudato sí» y del trabajo en la comunidad del nuevo párroco de la ciudad, Mario Otonello, y le cuenta al Papa como fue su elección como concejal hace aproximadamente un mes y acerca de su trabajo como catequista.
Fuente: La Nación