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    Carta abierta a los asociados de la cooperativa

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    Carta de Lector por Italo Hugo Bongiovani

    Quiero responder a una nota-reportaje a Don Vicente Daga aparecida en un periódico local, a raíz de su alejamiento como presidente de la cooperativa de O.S.P. y Crédito de Monte Cristo Ltda. Allí se hace un ligero análisis de su paso por la misma, y viene a mi memoria el encabezamiento de la carta que una asociada, que indignada por el trato recibido en la última Asamblea comenzaba así: “DESPRECIO A LA INTELIGENCIA HUMANA……..” y de verdad, siento lo mismo, por eso no quiero dejar pasar la oportunidad de hacerlo.
    Me voy a referir al personaje, al hombre público, al dirigente que expone sus obras y comentarios a la consideración de los asociados. Su conciencia y su vida privada es facultad de Dios juzgarlas, porque creo que nadie puede erigirse en fiscal de sus congéneres sin que queden expuestas sus propias miserias.
    Es legítimo y entendible que quiera defender su gestión, que no es solamente la suya, sino la del Consejo de Administración que integra. Creí que en algún momento intentaría una autocrítica por el estado en que deja a la cooperativa como legado a futuros dirigentes, pero no, redobla la apuesta, sigue mintiendo, generando un relato, “embarrando la cancha” para disimular su fracaso. ¿Quién le escribe los libretos?
    Ud. ha violado la ley, el estatuto y las resoluciones vigentes sistemáticamente. Como ejemplo basta solo leer el encabezamiento de la nota donde hace referencia a los 20 años como presidente, siendo que la cooperativa es una entidad democrática, que establece la periodicidad en los cargos y los consejeros deben renovarse una vez por año por una asamblea reunida a tal efecto, pudiendo ser reelectos no excediendo los tres años. En nuestro caso se renueva un tercio por año, según el estatuto.
    Eso solo puede haber ocurrido porque los Órganos de Fiscalización, tanto interna como externa, no han actuado a la altura de su responsabilidad. En el primer caso a cargo del Síndico Sr. Ramón Mousquere, que no cumplió con su máxima premisa que es la cuidar los intereses de la cooperativa, el interés social, de los asociados, y velar que se cumpla el estatuto, ya que él es el ojo de la asamblea dentro de la administración de la cooperativa, y lo que es peor actúa como uno mas del consejo. En el segundo caso es responsabilidad de la Secretaría de Políticas Públicas Cooperativas y Mutuales de Córdoba que ejerce el control de todas las cooperativas dentro de la Pcia. de Córdoba. No se si por ineptos, por connivencia o por la concurrencia de las dos cosas, no han intervenido oportunamente y una cooperativa sin cooperativismo es como un cuerpo sin defensas. Gracias a eso Ud. ha podido perpetuarse en el poder y haber gestionado a la cooperativa como a un “almacén de ramos generales”. No debemos olvidar que la transparencia es un factor crítico para la supervivencia a largo plazo de las cooperativas. Por eso es esencial, para reproducir la lealtad y la “fidelización” hacia la misma de generación en generación. Es muy fácil para los asociados comenzar a tomar a la cooperativa “como un hecho existente” y perder de vista donde estarían si la cooperativa no existiera. En eso los asociados debemos asumir algo de culpa porque no aportamos nuestra presencia e interés para modificar la situación.
    Dice también “cada vez que me presenté, gane las elecciones”, y me pregunto ¿cada cuanto tiempo y como? Y que “deja una cooperativa saneada completamente”. ¿Como se puede corroborar eso si no contamos con los balances? Los últimos cinco se presentaron todos juntos fuera de término, verdaderos mamarrachos dibujados de los cuales se desprenden irregularidades que encubren un verdadero fraude a los asociados, dejando a la institución en el estado ruinoso en que se encuentra. Colmo de esta situación es que fueron confeccionados y auditados por el mismo profesional, en clara violación a la ley. Falta tratar el ejercicio Nº52 que cerró el 30/06/12 y no debemos olvidar que el Nº53 cierra el 30/06/13 y que con mucha suerte quizás logremos que se realice la asamblea antes del 30/10/13 para considerarlos, como así también renovar autoridades.
    Arguye sobre otras obras realizadas como si fuera algo extraordinario, pero eso no es nada más que su obligación, velar por los intereses de la cooperativa. Denota cierta debilidad por los emprendimientos inmobiliarios, desconociendo el objeto social y al estatuto, algunos no muy trasparentes y que no están registrados en los balances. Quizás el ejemplo más emblemático sea el predio de Paraje Díaz, un verdadero agujero negro del que se tienen pocas o ningunas referencias pese a las múltiples actividades que allí se desarrollaron. Y otras tantas cosas que se podrían preguntar y que no tienen repuesta. Por eso Sr. Vicente, el negocio a que Ud. hace referencia sobre el mismo es relativo. Debería también explicar que ocurrió en los dos robos a la cooperativa, ¿en que estado se encuentran las causas? y ¿que es lo que se llevaron?. Allí hay como un olvido.
    Por último, yo adhiero a lo que Ud. llama oposición. Nos hace aparecer como si quisiéramos “ponerle palos en la rueda”, cuando nuestra intención es recuperar a la institución para que funcione como una cooperativa. A nuestro grupo lo integran entre otros, muchos jóvenes interesados por el futuro, no por placas de bronce ni pergaminos. No los debería descalificar, pues de ellos se retroalimenta la Cooperativa. ¿Porqué tanta intolerancia con el disenso?. Un auténtico líder cooperativista debería ser más un educador que un simple dirigente. Debería incentivar la promoción y educación cooperativa, tanto para los asociados como para los miembros del consejo y el síndico, principio que nunca se tuvo en cuenta, aunque la ley, y el estatuto los obliga. La oposición no es mala, es una interesante oportunidad para intercambiar ideas. Y si hemos llegado a instancias administrativas superiores o justicia penal, fue porque siendo asociados con plenos derechos nunca fueron considerados nuestros reclamos, ni por el consejo ni por el síndico.
    Quizás el deseo de suerte que deja a su sucesor, debería transformarlo una plegaria al Señor, para que lo ayude a solucionar el desastre que le dejó.
    Quedé pensando en el título de la nota, “Don Vicente Daga se despide de los asociados retirándose por la puerta grande”, y descubro que la puerta grande es la de atrás, la del patio. ¿Que se habrá querido decir con eso?.

    ITALO BONGIOVANI DNI 11431122 – ASOCIADO – 001016 Z

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