Finalmente llegaron las ansiadas precipitaciones, en algunas zonas más copiosas que en otras y afortunadamente llegaron a tiempo para poder terminar de definir las siembras en superficies extensivas.
Si bien normalmente a esta altura del año esto ya se encuentra definido; debido al gran ataque sufrido la campaña pasada de achaparramiento del cultivo de maíz, que dejó a más de medio país sin la posibilidad de levantar la cosecha a causa de la tremenda pérdida del rendimiento; es que hoy muchos productores y productoras no definieron aún si sembrar nuevamente este cultivo, o al menos si harán la superficie que debían realizar para respetar la rotación de los lotes.
Refresquemos que es esto del » achaparramiento del cultivo de maíz»: es una enfermedad endémica en el norte de Argentina causada por cuatro patógenos estudiados hasta el momento : dos mollicutes (Spiroplasma kunkelii y Maíz bushy stunt phytoplasma), y dos virus (Maize rayado fino virus y Maize striate mosaic virus) pueden encontrarse en infecciones simples o mixtas; estos patógenos son transmitidos por la «Chicharrita» (Dalbulus maidis) actuando como insecto vector.
Y es aquí donde me detengo y mirando hacia atrás leemos que el insecto vector, tiene una superpoblación en años secos a extremadamente secos, favorecida por inviernos de libres o con poca incidencia de heladas y que afecta mayormente a los cultivos que han sido realizados en siembras tardías. Si bien hay maneras de realizar control fitosanitario del mismo, una vez que la planta ha sido contaminada, no hay vuelta atrás sobre la enfermedad, y queda a la vera de las condiciones climáticas favorables para poder llegar a un fin de ciclo aceptable y así lograr una cosecha buena.
Por eso es que ante el panorama que hoy se nos presenta hay una luz de esperanza para el cultivo del maíz, ya que los pronósticos nos hablan de un verano húmedo, sumado a que hemos tenido un invierno muy frío y de larga duración, y además las empresas del sector han sacado al mercado variedades con mayor tolerancia a los ataques de insectos vectores como así también algunos productos clave para el control de la plaga. También se han agudizado las conferencias de colegas especializados en la enfermedad y los mismos enfatizan en extremar los controles integrales de la plaga, para poder accionar a tiempo y así evitar desastres posteriores.
De aquí en adelante solo resta que busquemos un buen material genético para la siembra, elijamos bien la fecha de la misma y tengamos un buen control sobre los lotes, en lo que sugiero que se rodeen de profesionales que puedan responder con un buen respaldo técnico a los embates de un nuevo ciclo de apuestas por esto que es tan maravilloso como la producción.