Analisis de una ingeniera agronoma con la mirada del conocimiento y el corazón
Es uno de los cuatro elementos, purifica, brinda calor en épocas de frió, y también … arrasa con todo a su paso.
Desde tiempos ancestrales, el fuego ha sido un gran descubrimiento, que como tantos otros, si se utiliza coherentemente ayuda a miles de generaciones a «evolucionar» .
Ahora, ¿que sucede cuando descuidadamente arrojamos una colilla de cigarrillo encendida en plena ruta, o hacemos un asado y no apagamos del todo las brasas, sin tener la menor conciencia de lo que esto puede provocar, y seguimos nuestro camino sin reparar un instante, otra vez, en las posibles consecuencias de nuestros actos en la vida? Pues estamos ofreciendo un riesgo inmenso, que probablemente al no estar dentro de nuestra cotidianeidad no reparamos en el tamaño del mismo.
Todos los inviernos arden campos vírgenes, y también campos trabajados. Campos que contienen mucha vida en su interior; desde la inmensa cantidad de árboles que aportan oxígeno al mundo, pasando por los pequeños organismos que los habitan, arbustos de tamaño medio, pastizales, y todos los seres que forman parte de la cadena alimentaria de estos ecosistemas como pueden ser pájaros, insectos, cuises, corzuelas, quirquinchos, liebres, pumas, zorros y una infinidad de animales que aunque no vemos habitan en la vida al aire libre y tienen un propósito dentro de la rueda del ecosistema.
Por otro lado el daño también afecta a personas que elijen estoicamente vivir del campo y en el mismo. Tomando a diario el riesgo de la durísima tarea de producir, con márgenes económicos inestables, con el compromiso de cuidar las vidas que producen, ya sea que lo producido sea carne de vaca , oveja, cabra, leche, o cultivos extensivos como soja, trigo, pasturas ( alfalfa, melilotus, gaton panic, moha, etc.), maíz, madera para la construcción, cultivos hortícolas entre otros.
A todos nos atraviesa el fuego, y hay cuestiones muy grandes detrás del mismo, sobre todo gente que voluntariamente se entrega para intentar mitigarlo, con lo que no tiene, con sistemas desamparados de los insumos necesarios, pero con un concepto de amor que pocos tienen, con un compromiso inmenso y con un tesón admirable. Y acá, bajo el seguro cobijo de nuestro techos, con las comodidades al alcance de nuestras manos estamos el resto de la comunidad, que hoy somos conscientes de lo que sucede, pero probablemente en pocos días sea otra la novedad y olvidemos la tristeza que se ha vivido un invierno más.
Nada sería olvidar la tristeza, sino tener clarísimo que cada pequeño paso que damos es parte de esta rueda, que el mundo depende en alguna pequeña célula de mi accionar sobre el mismo. Que no somos ajenas, ajenos a la realidad aunque nuestras casas no hayan ardido por el fuego. El aire acondicionado del que abusamos, también tiene efecto negativo en el ambiente y también coopera para que las lluvias no ocurran en estos días.
Te invito a repensar que podrías hacer vos para tener «un día a la vez» una acción para tomar conciencia sobre el descuido ambiental de nuestros días.